lunes, 25 de julio de 2011

¿Hay que olvidar un desencuentro amoroso?


Dando vueltas por Internet me encontré con que hay un médico de Córdoba al que se está investigando porque ofrece la cura al mal de amores.
El nombre no viene al caso, pero este profesional es egresado de la Universidad Nacional de Córdoba en 1971 y al parecer optó por combinar la medicina occidental con la oriental.
El médico ofrece la cura del mal de amores y cualquier emoción negativa, en apenas tres sesiones de una hora ¡Es más efectivo incluso que un psicólogo! Profesionales que ya de por sí contaban con poca estima de mi parte.
"El ser humano es emocional. La psiconeuroinmunoendocrinología permite revertir todos los shocks sin ingenir ninguna sustancia farmacéutica", le dijo el profesional a Cadena 3. (Mis vacaciones me permiten escuchar cosas que antes no)
"Las emociones son fundamentales para vivir bien o mal. Ante cosas malas, el cuerpo genera cortisol, que nos va destruyendo a través del sistema inmunológico. Las sensaciones positivas generan serotonina. Una infidelidad, un desamor, llevan a tener emociones negativas. El neuroestrés trata cualquier situación negativa: una violación, una pérdida, etcétera", sostuvo.
Algo al menos llamativo, fue cuando el médico recordó: "En 1975 hice acupuntura y ya fui sancionado por el Consejo de Médicos, porque esa práctica no estaba difundida”.
“No hablo de curar sino de suprimir las emociones. No existe una medicina que trate las emociones", cerró.
Escuchando esas cosas me puse a pensar y me surgió un interrogante que es cada vez más recurrente en mi mismo y es el enamorado rechazado, o el dejado ¿quiere olvidar?.
No hablo de terminar acosando a la mina que no nos quiso, sino de lo que todo el olvido genera.
Un rechazo o una mala experiencia amorosa no deben olvidarse sino todo lo contrario: deben ser parte de un currículum vitae celeste que sirva para presentar a las puertas del cielo y que nos permita certificar algún día que HEMOS VIVIDO.
Probar, errar y caer; volver a probar y volver a errar y caer aún más bajo, y así hasta lograr la victoria, de eso se trata la vida y las relaciones amorosas son parte importante de ello.
No podemos renunciar a lo que nos pasó y suprimir sentimientos pasados, porque son esas desventuras precisamente las que hicieron de nosotros lo que somos hoy en día y que mejor que un corazón golpeado y lleno de cicatrices como para  seguir aferrándonos a esa idea de encontrar a la persona que nos amará definitivamente.

2 comentarios:

Javimetal dijo...

Todos poseemos fracasos y triunfos en el tema amoroso. De alguna u otra forma todas las experiencias nos marcan. No hay una receta para no sufrir, además todos somos distintos, lo que me sirve a mi quizás a otro no.
Lo más terrible es que el ser humano es complicado de por si, entonces, al juntar dos, la experiencia es tremenda.
No debe haber nada más lindo que enamorarse, ni nada tan feo como sufrir por amor.

Juan Drovandi dijo...

Asi y todo javi yo creo que no está mal haber sufrido un desengaño. El desamor nos duele, nos hace ensimismar y reveernos como personas y una eso no hace más que hacernos madurar y crecer como personas.

PD: sos el segundo comentario que recibo desde que volví!!! el promedio ahora es algo asi como un comentario por año....jajaj