lunes, 8 de agosto de 2011

De amores y determinismos

Hay una situación recurrente que me pasó esta semana y que me dejó pensando ¿Un enamoramiento se puede determinar por un detalle en particular? Siempre planteamos la posibilidad de si nos gustan más una rubia, una morocha o una colorada, de una manera determinista, como si el color de pelo fuera una condición esencial que defina a una mujer ideal para nosotros.
El enamoramiento es algo espontáneo y como tal escapa a cualquier condicionamiento que se le intente imponer como por ejemplo este tipo de determinismos.
¿Rubias o morochas? preguntaban en la radio: "Yo quiero a la que me quiere" respondí y me echaron flit.
No se puede poner condiciones a Cupido, lamentablemente (para las estructuras racionales que poco conocen de la simpleza de una mariposa en la panza), éste angelito alado no habla su mismo idioma y precisamente por eso es que no nos enamoramos de quienes nos conviene sino, quizás, de la persona menos esperada.
Soñemos con amores ideales y tratemos de conquistar a aquella o aquel que nos gusta, pero nunca cerremos la puerta a lo desconocido porque quizás ahí y solamente ahí encontremos a esa persona que terminará siendo la dueña de nuestras vidas, de lo contrario va a llegar un día en el que escuchemos a alguien decir: "a mi me gustan las mujeres morochas, de hasta 1,60mt, ingenieras y que vivan en un departamento con vista a la calle. Cuando cumplas esos requisitos te invito a bailar", triste pero cierto...

4 comentarios:

Nati dijo...

Muy bueno como escribis... muy buena la frase "yo quiero a la que me quiere"... Ojalá me enamorara de alguien que se me va a querer...
Hace casi 3 años me enamoré, fue algo espontáneo, lamentablemente no estoy con el pero mi amor sigue intacto como el primer día...
Hay muchos que se fijan en lo físico, pero cuando el amor es verdadero eso pasa a segundo plano...
En mi caso el corazon domina mi razón!!!!
Un beso!!!

Juan Drovandi dijo...

Hola Nati, gracias por escribir.
Nadie sabe si la persona de la que nos enamoramos nos va a querer y eso es justamente lo lindo de la situación.
El amor es incontrolable, nos genera incertidumbre, es una aventura y eso lo hace atractivo...
Arriesgamos nuestra propia vida cuando nos enamoramos y dejamos abierto el corazón, pero así y todo lo repetiríamos otra vez porque eso es el amor.
Cuando todo se termina y comienzan las cuadraturas es cuando se va el amor y se pasa a otra cosa: el acostumbramiento.
Cada personas que nos cruzamos en la calle es una historia de amor posible que no va a ser y entender eso es una manera de ver que no tenemos que quedarnos pensando en el pasado y salir en busca de otra persona que, ahora sí, sea nuestro amor.
Beso

FLO R DE LIZ dijo...

Hola!! Felicitaciones por los escritos, cada uno de ellos muestra realidades diferentes pero por demás de reales...
No quiero caminar junto a estos textos sin dejarte unas letras... En cuanto a este tema del ENAMORARSE... Podemos hacer una dividisión (que puede sonar algo taxactiva), el ENAMORARSE implica una situación plena, es ese comenzar un potencial o real vínculo con esa persona tan importante para uno, hasta llegar a idealisarlo sin querer...
Ahora bien, nacida una relación, el AMOR se manifiesta, y como vos juan decis, como aquello incontrolable... Pero disiento con vos en cuanto a que todo se termina y comienza el acostumbramiento. UNA ROSA SIN ESPINAS NO ES UNA VERDADERA ROSA... El amor se planta como un sentimiento profundo, que trata de sorprender en ocasiones al otro para rememorar aquellos tiempos de enamoramiento... Las crisis son pruebas que atacan intecionalmente a la fortaleza de este amor... Un amor profundo se muestra como la entrega permanete e incondicional más allá de todo...
Hasta la próxima...
Beso

Juan Drovandi dijo...

Hola flor y gracias por escribir. Esta bueno lo que decís sobre el amor, aunque no coincido con vos. Nada es duradero, ni siquiera el amor y justamente ese rememorar los tiempos del enamoramiento no hacen más que dar razón a mi planteo porque ese recordar conlleva el añorar tiempos pasados...tiempos en los que habremos nos hemos sentido más plenos, y por ello, vivos.
No quiero decir con esto que una pareja deba romperse ni mucho menos, por ahí mi planteo pasa porque el amor con el tiempo va dando lugar a la continuidad de una relación entre dos personas que no pueden vivir sin el otro, pero no por amor o por la pasión (que es más efímera aún) sino simplemente porque no saben hacerlo ya de otro modo y eso, por más que suene mal, puede ser catalogado como acostumbramiento...
Besos y hasta la próxima